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viernes, 10 de agosto de 2012


19 de agosto  Wroclaw.

Hoy salimos temprano, después de desayunar, para visitar Wroclaw ,o Breslavia en español,  la capital de la Baja Silesia situada junto al río Oder. Con una población de 632.146 personas es la principal ciudad de la región, además de ser la sede administrativa del Voivodato de Baja Silesia. Llegó a formar parte del reino de Bohemia y por tanto del Sacro Imperio Romano Germánico, como posesión de la casa de Austria y de los Habsburgos. Y como Strzegom pasó por ser posesión polaca, prusiana, alemana…dentro de la convulsa historia de Europa de los últimos siglos.

Sobre el Oder
 En poco menos de una hora, el autobús nos deja en el centro de la ciudad. Contrasta el tráfico y el movimiento propio de una ciudad de más de medio millón de habitantes con la tranquilidad provinciana de Strzegom. Nuestra primera visita es al Museo Local, donde. Nuestra primera visita es al Museo Local, donde podemos hacernos una idea de su  convulsa historia. Destaca el Panorama Reclawicka, inmenso cuadro circular de 120 x 15 m, con destacados elementos realistas, conmemorando el triunfo sobre los rusos en 1794 y verdadero orgullo nacional.
 
Por amplias y arboladas avenidas llegamos a la plaza central, donde destacan sus edificios con fachadas de variados colores (verdes, rosas amarillos) y hermosos tejados a dos aguas y de pronunciada inclinación. Destaca el edificio del Ayuntamiento con su imponente reloj astronómico y los pináculos y torres piramidales y cónicas de los edificios cubiertos de planchas de cobres que le dan su característico color verdoso.

 

Cervecería típica en Wroclaw
No podemos dejar de entrar en una cervecería y probar una de las bebidas, junto al vodka, más populares y genuinas de los polacos. Cervezas en grandes jarras de 0,5 l  y con grandes variedades de tipos.
Hasta un concierto de Plácido Domingo se encuentra programado en esta plaza…


Recorremos sus calles peatonales, visitamos su mercado con productos tan distintos a los nuestros, nos asomamos al río Oder y lo atravesamos por uno de sus puentes que nos lleva a la parte más antigua de  la ciudad, donde sobresale su monumental catedral, que quedó parcialmente destruida por una bomba de la 2ª Guerra Mundial. Sobrecoge su silencio y la semipenumbra de su interior solamente iluminadas por velas o por las luces que filtran sus grandes vidrieras.
Ya abandonando Wroclaw nos encontramos con cementerios de la 2ª Guerra Mundial y hasta conmemorando la liberación de la ciudad por el Ejercito Rojo, con antiguos tanques sobre pedestales como monumentos.
Volvemos a Strzegom…

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