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viernes, 13 de agosto de 2010

Tenerife_2. Puerto. de la Cruz

31 de julio de 2010


Con la dificultad de adaptación de nuestro reloj biológico al horario de las islas, nos despertamos prontos y comprobamos que aún queda algo para el amanecer. Hoy tenemos decidido pasarlo aquí, callejear, familiarizarnos con el lugar y disfrutar del día de “playa” en los Lagos Martiánez.
Bajamos al puerto, donde encontramos venta de pescado en unos tenderetes a pie de muelle y en los escasos metros de playita del propio puerto, personas ya asentadas con sus sombrillas y bañándose. Se aprovechan hasta las propias escalerillas del muelle y su abrigo, para bajar al agua y darse un chapuzón.
Tras la plaza de Europa existe una zona acantilada (El Poniente ), con fuerte rompiente del oleaje sobre una rasa litoral, que como es propio de aquí, la forman negras rocas de origen volcánico. Se continúa por una pequeña playita seminatural, con obras sobre el roquedo para facilitar el acceso; es la Playa de S. Telmo. Y bordeado por un hermoso paseo marítimo aparecen los Lagos de Martiánez, singular recreación de Cesar Manríquez, de piscinas-playas artificiales, aprovechando los elementos del terreno: rocas volcánicas de diferentes tonalidades, construcciones al estilo popular y muretes encalados con rocas y empalizadas vistas. 

Constituyen todo el conjunto varias piscinas naturales de agua del mar y con profusión de captaceas y otras plantas crasas, o palmeras en las zonas ajardinadas, con lagos, islas, pasarelas y paseos integrados en un todo armónico paisaje .Las diferentes tonalidades azules de las láminas de agua, al reflejar el color de sus fondos, las fuentes, el blanco de los muretes o el marrón de las empalizadas, conjugan a la perfección. Al igual que los distintos troncos de árboles secos y trabajados por los vientos, que a modo de monumentos naturales adornan el recinto. Algunas esculturas móviles, del propio autor, que juegan con los vientos, completan el lugar.

Pasamos un auténtico día de baño, en este “mar domesticado, y a la vez exótico y por el módico precio de 3,50€ (tumbonas y sombrillas aparte).
Cena en el hotel, relajado paseo nocturno, terminando siempre en la Plaza del Charco y en sus actuaciones en directo. Aquí planificamos lo que vamos a hacer otros días…

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