Vistas de página en total

domingo, 21 de abril de 2013

Senderismo por las montañas del Rif 1 Marruecos 2013


Miércoles 27 de marzo: Jbel Musa_Xauen

Salimos a las 6 de la mañana desde Sanlúcar para ir recogiendo participantes durante todo el trayecto hasta Algeciras. Embarque a las 9 de la mañana en un ferry de Balearia. El cruce del Estrecho se nos hace corto y desembarco en Ceuta. El autobús que ha viajado con nosotros en el barco ya nos espera a la salida de la estación marítima. Desde aquí hasta la frontera del Tarajal una vez más. Esperamos pasarla con más suerte que en otras ocasiones. Esta vez parece que si, con los 50 pasaportes nos dirigen a una de las ventanillas de sellado, dice de atención al cuerpo diplomático (¿?). El tedioso trabajo de sellado lo llevan a cabo dos funcionarios, que sin duda aligeran el proceso al encontrarse 20 € en uno de ellos (la inevitable “mordida”). Pasaportes sellados que son de nuevo comprobados por otro policía marroquí. Pero por fin conseguimos pasar.

Paso fronterizo  del Tarajal




 Ya estamos en Marruecos, ha sido poco más de una hora, todo un record. Pasado el paso fronterizo, esperamos a nuestro guía Mohamed, entre multitud de taxis que ofrecen sus servicios para trasladar a las poblaciones vecinas, principalmente Fnideq, el antiguo Castillejo español. El transito de marroquíes cargados con pesados fardos es continuo: adquieren en Ceuta productos no habituales en Marruecos, como los de limpieza,  para venderlos por unos cuántos dirhan más aquí. Es verdad aquello de que en este punto fronterizo es donde se hace más patente el paso del primer al tercer mundo. La espera termina con la llegada de Mohamed, y partimos hacia Belionech, punto de comienzo para nuestra subida al Musa. Carretera estrecha y en mal estado, donde las haya, que va descendiendo hacia la bahía de Benzú. Los últimos cientos de metros hasta la población tenemos que realizarlos ya andando y poniéndonos a prueba para la subida al jbel Musa.
El ascenso comienza por una zigzagueante pista, que metro a metro nos va mostrando cada vez, vistas mas impresionantes del Estrecho, de la azul bahía y de las costas españolas en la lontananza o de la vecina Ceuta. El ascenso se hace duro hasta el collado, desde donde con una fortísima pendiente se corona el pico de  esta otra “columna de Hercules”, la “Mujer muerta” para los ceutíes, pues esa forma es la que parece adoptar su silueta desde la lejanía. 
Poblado de Belionech

Optamos por quedarnos en este collado y hacer allí nuestra comida, maravillándonos con las magníficas vistas. Iniciamos es el descenso por la cara oeste que es la que nos permitirá contemplar la famosa isla del Perejil. Descenso dificultoso por un canchal con abundante piedras sueltas hasta alcanzar una pequeña senda, que paralela a la costa bordea el acantilado frente al que se encuentra el islote, más que isla, de Laila o El Perejil, fruto de las consabidas disputas territoriales entre España y Marruecos. Cada vez que vemos este “peñasco” nos resulta más inexplicable esa disputa y que hubiera podido dar lugar a un conflicto de más consecuencias entre ambos estados.
 Son perfectamente distinguibles en estos acantilados antiguas rasa litorales, que a modo de plataformas de abrasión dan testimonio de las fuerzas tectónicas y de las variaciones de los niveles del mar en épocas geológicas. Alcanzamos así de nuevo a Belionech y nos pasamos a saludar a a nuestro antiguo conocido Abdelila y su familia, que tan hospitalarios como siempre, se desviven por ofrecernos de lo poco que tienen. Ahora tomamos taxis para volver al autobús y ahorrarnos la fuerte subida hasta el lugar en que se encuentra, que el cansancio que traemos agradece.
Son las 7 de la tarde hora local, una menos que en España, cuando partimos hacia Chaouen atravesando toda la zona costera de Teuán. Nos acordamos de Castillejo, Cabo Negro, Río Martil,… hasta tomar en dirección sur la carretera nacional (N2), abierta por los españoles en su día y poco más arreglada, que lleva hasta allí.
Alojamiento en el hotel Loubar, en las afueras de Xauen pero a pocos minutos de su medina y junto al Ras El Maa. Tiempo justo para irnos a cenar en la misma medina y deleitarnos con la gastronomía marroquí: la harira, la sopa tradicional marroquí elaborada a base de carne, tomates y legumbres, no podía faltar, ni los tajines,…
Pasada ya la media noche regresamos al hotel haciendo uso de los tan económicos “petit taxis”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario