27
de febrero. Tarifa Tanger
A las 17 horas tomamos en Tarifa el Ferry para Tanger, para llegar a la misma hora, teniendo en cuenta las -1 hora de Marruecos, o más exactamente la +1 de la Península. El temor que teníamos de que la fuerza del viento, como otra vez, no permitiera el cruce del Estrecho, no ocurrió en esta ocasión. Vientos de poniente de fuerza 2-3 Bft. hoy permiten la navegación con marejadilla. A la hora más o menos indicada, el ferry desatraca del puerto. En cuanto nos despistamos la cola para sellar los pasaportes ya es enorme, así que nos pasamos casi toda la travesía en ella. Ya en Tanger, nuevo control policial para comprobación de pasaportes y equipajes. Por fin fuera de la aduana nos encaminamos a cambiar € por DHM (Dirham): 10,93 DHM por 1€, obtenemos.
Salimos
al caos del tráfico de Tanger, frente a la Estación Marítima y
Estación de Autobuses. Primeros tés y algunos bizcochos sentados en
una cafetería y el consiguiente acoso de conseguidores y guías.
Tomamos un taxi, donde casi no caben las maletas de los cinco que lo
ocupamos y nos dirigimos a la Estación de Trenes de Tanger,
dependiente de la ONCF, el organismo estatal de los ferrocarriles
marroquíes.
Y allí la tediosa espera de más de 2 horas, hasta que
a la 21: 35 h tiene anunciada su salida el nocturno Tanger Marrakech.
Paradas en Asilah, El Ksar al Kbir, Sidi Kacem, Kenitra,
Casablanca,... Moderna estación donde los minutos se hacen horas.
Esperemos que en nuestras literas el tiempo se nos pase deprisa y nos
despertemos por fin en Marrakech. Por unos 35 € tenemos billetes
para literas en vagones cuádruples, realmente barato si tenemos en
cuenta los 650 km que nos separan del destino. Casi con
puntualidad inglesa el tren anuncia su partida, nos distribuimos por
los vagones que nos corresponden con sus 4 minúsculas literas y
espacio reducidísimo entre ellas. Eso sí, nos entregan sábanas y
fundas para almohadas limpias.
Acomodamos como podemos el equipaje y
esperamos que el tren parta para Marrakech, con sus numerosas paradas
y enlace en Casablanca para Rabat. Cenamos y hasta bebemos vinos del
que traemos, para así, hartos disponernos a dormir , o más bien a
descansar, hasta llegar mañana a nuestro destino. Porque aunque
intentamos dormir , el continuo traqueteo del tren, su paso por
estaciones iluminadas y sus frecuentes paradas, nos lo ponen difícil,
pero al menos descansamos sobre las literas, que resultan cómodas.
Espera en estación de Tanger |
En las "literas" del tren nocturnoi Tanger-Marrakech |
Bastante antes de la llegada, y
teniendo en cuenta la diferencia horaria, ya estamos levantados y
contemplando a las luces del amanecer el paisaje semidesértico y de
pobreza agrícola de este sur de Marruecos. A la hora prevista , 8 de
la mañana, llegamos al destino y nos encontramos con una moderna
estación en Marrakech, junto a las grandes Avenidas de Hassan II y
Mohamed VI, en el distrito de Gueliz, con el indiscutible gusto
francés por los bulevares.
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