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jueves, 20 de mayo de 2010

ESTUDIO SOBRE LOS PÁJAROS MIGRATORIOS A SU PASO POR LA PROVINCIA DE Cádiz.

 

ESTUDIO SOBRE LOS PÁJAROS MIGRATORIOS A SU PASO POR LA PROVINCIA DE Cádiz.

Publicado en QUERCUS , cuaderno 24-Invierno de 1987, pag 14-15

Por Gudrun Hilgerloch y Alfredo Barragán Díaz

Durante tres años se llevan realizando estudios sobre el pasote passeriformes por el Pinar de la Algaida en Cádiz. Mediante la captura y anillamiento de las diferentes especies migradoras (unos 7000 individuos anillados hasta la fecha), se ha puesto de manifiesto la importancia de este enclave como lugar de paso que les proporciona refugio y descanso antes de proseguir sus recorridos migratorios, ya sean hacia Centro y Norte de Europa o hacia el continente africano.

El Pinar de la Algaida se encuentra al norte de Sanlúcar de Barrameda, en el extremo Noroccidental de la provincia de Cádiz, próximo a la desembocadura del río Guadalquivir y frente al Parque Nacional de Doñana. Con una superficie de 690 Ha., se asienta sobre una especie de isla arenosa —antiguas dunas ya fijadas por la vegetación y que se deslizaron sobre los suelos de las marismas circundantes— cubierta de pinos piñoneros. Está bordeado en sus zonas de contactos con las marismas por un tupido cordón de matorrales formados por Lentiscos (Pistacias lentiscus), Mirtos (Myrtus communis), Zarzas (Rubus sp.), Torviscos (Daphne gnidium), Rhamnus sp.,... que frecuentemente forman masas impenetrables y donde numerosas especies pueden encontrar refugio y alimentos suficientes para reponer fuerzas que les permitan continuar sus viajes migratorios.
Del medio centenar de especies passeriformes estudiadas en "La Algaida" cabría distinguir entre los migrantes de largo recorrido, que como las currucas mosquiteras y zarceras (Sylvia borin y Sylvia communis), el Mosquitero musical (Philloscopus trochilus), Papamosca cerrojillo (Ficedula hypoleuca), etc., tienen sus áreas de nidificación en Norte y Centro Europa e invernan al sur del Sahara y efectúan, por tanto, viajes migratorios de miles de kilómetros; y los migrantes de corto recorrido (es un decir) que como el Petirrojo (Erithacus rubecula), el Mosquitero común (Phylloscopus collybita), las Currucas capirotada y cabeci negra (Sylvia atricapilla y Sylvia melanocephala) y el conjunto de los fringílidos (jilgueros, verderones, luganos, etc.) tienen sus áreas de invernadas mucho más próximas, dentro de la cuenca Mediterránea europea y Norteafricana.
No cabe duda —y los estudios realizados lo confirman— que entre ambos grupos de migradores habrá diferencias manifiestas en cuanto a la fenomenología y características de sus desplazamientos anuales.

Migrantes de largo recorrido.
En los migrantes de largo recorrido, el hecho, no sólo ya de tener que recorrer los miles de kilómetros que separan sus áreas de nidificación e invernada, sino también, y muy especialmente, las dificultades que en ese largo viaje se les presenta -el paso del trecho de mar, y sobre todo, el desierto del Sahara- van a determinar de forma bastante significativa tanto la estrategia de sus des-plazamientos como la de las características de su paso por el Pinar de la Algaida y el Sur de la Península.
Quizás, uno de sus aspectos más significativos y que diferencian claramente a este grupo del de los de corto recorrido, sea el de la cantidad de grasa o estado de engorde que poseen cuando son capturados en el Pinar, y sus distintos niveles según lo sean durante las migraciones pos-nupciales (otoño) o las prenupciales (primavera).
En los pasos otoñales la mayoría de los Individuos estudiados presentan niveles altos de grasa en consonancia con las dificilísimas condiciones de viaje que aún deben de superar para llegar a sus cuarteles de invierno transahariano. Mientras que en los pasos primaverales, precisamente a causa de esas duras condiciones que han debido superar y a las pocas posibilidades de alimentación que han tenido, llegan bastante delgados. (Ver tabla 1).



En cuanto al número de días que permanecen en "La Algaida", se puede señalar que en el paso otoñal la media de permanencia está por encima de la de la Primavera. Cuando pasan en Primavera han realizado lo más difícil del recorrido y lo que desean es llegar cuanto antes a las zonas de nidificación además de que el camino que les queda por recorrer les puede ir proporcionan-do ya suficientes alimentos.
Las fechas de paso también los diferencian de los migrantes de corto recorrido. En el paso otoñal, el grueso de las poblaciones lo hacen antes que éstos, durante los meses de septiembre y hasta mediados de octubre. En cambio, en el paso primaveral lo harán después, durante los meses de abril y mayo, debido precisamente a que en Primavera, cuando pasan por "La Algaida", han realizado ya una parte más que considerable del total de su viaje y la más dificultosa sin duda. Por otro lado la llegada a sus zonas de crías norteñas ha de efectuarse cuando las condiciones climáticas les sean beneficiosas y puedan encontrar suficientes recursos alimentarios que les permita reponerse de tan largo viaje e iniciar su fase de reproducción y cría.

Los migrantes de corto recorrido.

Entre los migrantes de corto recorrido, como ya se ha ido indicando, no se aprecian diferencias en sus niveles de engorde en relación a su paso primaveral u otoñal. Las características del tipo de recorrido que realizan, sin atravesar zonas de condiciones extremas como son los desiertos, así como las distancias que recorren, no les obliga a aprovisionamientos energéticos especiales.
Las fechas de paso del grueso de sus poblaciones son, por tanto, también distintas a las de los migrantes de largo recorrido: Entre marzo y abril el paso primaveral y durante la segunda quincena de septiembre a primera de noviembre el paso otoñal.
Después de estos tres años de control del paso de los paseriformes queda de manifiesto, como señalábamos al comienzo, el papel que cumplen enclaves naturales como el del Pinar de La Algaida y otros del Sur de la Península dentro de la estrategia global de los movimientos migratorios de estos pájaros.
Creemos que el Pinar de La Algaida debe estar protegido, como lo solicitan los conservacionistas y el Ayuntamiento de Sanlúcar, dentro de la ampliación del preparque de Doñana por el Este, englobando además las marismas y salinas de ese otro margen del Guadalquivir.

Bibliografía:
— Herrera, C. 1974»: El paso otoñal de Sylvia a borin y Sylvia communis en la Reserva de Doñana. Doñana Acta Vertebrata 1: 33-119. — Hilgerloch. C.: Migratory behaviourin the Sourthern Iberian Península. First conference on birds wintering in the Mediterranean región. In press. — Hilgerloch, C.. Zugmuster von Kurz- und Weitstrecken ziehem Südspanien. Die Vogelwarte 33. 1985: 69-76. — Murillo, F F Sancho (1969). Migración de Sylvia atricapilla y Erithacus rubecula en Doñana según datos de capturas. Ardeola 13: 129-137. — Torres Esquivias. J. A., A. León Claveria (1979): Paso otoñal de Passeriformes por una localidad de Sierra Morena Central (Sur de España)Doñana, Acta Vert. 6: 55-65.
(Colaboraron en los anillamientos, entre otros; R. Márquez González, P. Rodríguez Parada. M.ª del P. Rodríguez Parada…)
02/03/2005 18:22 Enlace permanente. Tema: Medioambiente No hay comentarios. Comentar.

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